Los principales dirigentes políticos del país están atentos a los nuevos caminos que se abren tanto en el gobierno como en la oposición. El secretario de la Presidencia explicó las razones de dos días seguidos de deliberaciones de la llamada "mesa chica" en Anchorena, mientras el plenario nacional del Frente Amplio elaboró un duro diagnóstico que a su vez desató respuestas.
El almanaque anunció que al aproximarse julio, será el tiempo de preparación para lanzar las pre-campañas en un país donde lo electoral no se detiene.
Dos días de diálogo entre el Presidente Lacalle, dos Ministros de primera línea y un par de asesores, atrajeron la atención del periodismo en razón del misterio que rodeaba las deliberaciones.
A la salida del encuentro, Alvaro Delgado dijo que la cumbre de Anchorena estaba motivada por ser el actual un año bisagra para el gobierno y anunció que este año se concretarán inversiones que generarán mucho trabajo, porque el Presidente pidió "apretar el acelerador", de acuerdo a las palabras textuales del jerarca.
En el otro extremo de la política, el plenario nacional del Frente Amplio (foto) analizó la situación del país y lanzó una advertencia clara calificando de "emergencia económica y de seguridad", la situación que domina la mitad del período, advirtiendo la necesidad de que se elabore un plan político con todos los sectores de la sociedad.
El documento permitió a la vez enumerar algunas de las principales asignaturas pendientes que tiene el gobierno, con lo que no demoró la respuesta.
El Ministro de Defensa Javier García, que había estado en la reunión, escribió que "después de dos años de augurar todos los males en pandemia, radicalizan y dividen y porque tras estar quince años en el gobierno no aceptan la derrota porque no tienen lealtad institucional".
No fue la única acusación, pero la suficiente como para dejar en claro que lejos de estar de acuerdo con la necesidad de un camino común, los próximos meses aumentarán la grieta, las discusiones y las ofensas.